martes, 1 de diciembre de 2009

Visitando la playa

De abril a noviembre puedes disfrutar su belleza sin aglomeraciones

El agua es limpia, color esmeralda, y contrasta con la arena amarilla y el borde rocoso de los acantilados. De ensueño. La Mina es una pequeña playa de indudable atractivo paisajístico y biológico que permite usos tan diversos como la recreación e investigación. En temporada baja (de abril a noviembre) es cuando se puede disfrutar a plenitud de sus bondades. Y está tan cerca de Lima, en la provincia de Pisco, dentro de la Reserva de Paracas, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.



Su geografía no deja indiferente al visitante, es casi un semicírculo que equilibra en armonía desierto y mar. Acampar allí puede ser toda una experiencia. Ni siquiera el terremoto de 2007 que tuvo como epicentro la ciudad de Pisco afectó su encanto. Si tienes el vehículo adecuado puede ingresar hasta el mirador y estacionar, si no siempre puedes acceder a pie luego de una caminata de 15 minutos. Al final tendrás que bajar una especie de rampa muy angosta y así llegarás a la meta.




Pero en todo paraíso hay una serpiente, y La Mina no es la excepción: los problemas de impacto ambiental están dejando huella y amenazan con menguar la belleza de este lugar.



¿Qué hacer ante eso?



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